jueves, 3 de noviembre de 2011

Un nuevo descubrimiento para los fans de la oxitocina


Un nuevo descubrimiento para los fans de la oxitocina.

La oxitocina, una pequeñita hormona que consta sólo de nueve aminoácidos, va camino de convertirse en el motor del mundo. La hormona de los partos, de los orgasmos, de la lactancia materna, de los vínculos, de las redes sociales, de la confianza, del altruismo, del placer, de los besos y de las caricias ha resultado ser además un buen remedio contra el miedo. Y no un remedio cualquiera.

Un estudio realizado en Suiza demuestra que la oxitocina, que se fabrica en el hipotálamo y se almacena en la hipófisis, de dónde parte hacia todo el cuerpo, inluyendo sitios como el colon y por supuesto el cerebro – porque la oxitocina también es un neurotransmisor – tiene una importante función en la amígdala.

La amígdala es un conjunto de neuronas presentes en todos los vertebrados complejos cuya principal función es controlar las emociones – placer, miedo, agresividad…. Una parte de lo que antes se denominaba sistema límbico, la más antigua de las estructuras cerebrales.

El papel de la oxitocina en la amígdala es bastante curioso. Según este estudio, que se ha publicado en Science, la oxitocina es capaz de inhibir las respuestas que se proyectan de la amígdala y que son causantes de la parálisis del sujeto atemorizado, mientras que no inhibe la respuesta fisiológica producida por el miedo que no implica parálisis – es decir, sigue aumentando la frecuencia cardíaca, presión sanguínea, etc. Esto permitiría al individuo que ha detectado una situación de peligro poder actuar en consecuencia, ya que el miedo sigue ahí, pero aún estando aterrado eres capaz de moverte.

Cada día que pasa los científicos constatan los beneficios de la oxitocina, que, como digo, va camino de convertirse en la píldora mágica que lo cura todo, desde la depresión hasta la fobia a las arañas. Esta hormona empieza a usarse en psiaquitría en tratamientos para la ansiedad, la esquizofrenia e incluso el autismo, y según los expertos tiene mejores perspectivas que los tratamientos convencionales.

Sabiendo cómo y porqué se produce este hermoso neurotransmisor, me alegra decir que finalmente es posible que la ciencia un día demuestre que los Beatles tenían razón: todo lo que necesitas es oxitocina, All you need is love.